
El Centro Punkurí, ubicado junto al Templo del mismo nombre fue inaugurado el 18 de Agosto del año 2000.
En este centro, podemos apreciar una sala de exposición que cuenta con videos sobre la evolución del mundo, un auditorio, taller arqueológico donde se muestran huacos y cerámicas encontrados en el lugar y también un jardín con plantaciones de esa cultura que cuentan con un aproximado de 200 plantas.
El templo de Punkurí se encuentra en el Valle de Nepeña, en el Distrito del mismo

nombre a 430 km al norte de Lima, en la entrada a San Jacinto. Está construido de barro y consta de cuatro niveles. Allí podemos encontrar esculturas como un jaguar, que denota la influencia chavinense. Dicha escultura fue encontrada por Julio C. Tello, el padre de la arqueología peruana. Este decidió cerrar la excavación en 1933 porque temía a los robos de las reliquias de arte precolombino halladas en el área. Se estima que este templo tiene más de 4000 años de antigüedad.
Al parecer los constructores de Punkurí están ligados a los hombres de la Galgada y, por tanto, a la cultura Sechín; mientras Tello argumenta que era un centro ceremonial chavinense, otros afirman que su origen es pre-Chavín. Esta situación se debe a la falta de estudios rigurosos.
Luis Arista escribe sobre Punkurí:
El templo de Punkurí abarca una extensión de 1200 m² y es de forma piramidal escalonada, con plataformas que se comunican mediante escalinatas. Fue descubierto por Tello en 1933. En su construcción se usaron abobes cónicos, convexos y planos. Los motivos ornamentales -cabezas humanas, felinas y dibujos- son chavinoides, pero sobre una plataforma más antigua de origen mochica, Tello encontró coincidencias decorativas entre la cultura Chavín, asociada con cerámica de tipo andino, así como piedras talladas que recuerdan el arte lítico de Cajamarca o Pacopampa (Chota).
Según el arqueólogo Lorenzo Samaniego ( jefe del equipo de restauradores patrocinados por la Universidad del Santa, Agroindustrias San Jacinto y el Proyecto Chinecas), el templo ceremonial de Punkurí habría sido construido 1 500 años A.C., es decir, mucho antes que Sechín en Casma.
Lo más asombroso es que en medio de este templo se levanta, majestuosa, la efigie de la deidad Punkurí, una imagen monstruosa que aparece sentada; y representa al gran demonio (felino de grandes colmillos), delante de las gradas principales de este viejo santuario. Las dimensiones de este ídolo son: una cabeza con un contorno de 2m x0.88m de alto; la base tiene 1m de largo x 0.70m de ancho. Todo amasado en barro. Además con colmillos pintados de blanco y los dientes y fauces rojas.
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